ß-CAROTENOS NATURALES: EFECTOS REGULADORES EN EL PROCESO SALUD-ENFERMEDAD

María Elena Calcines Castillo, José R. Valdés Utrera, Alcides González Gil

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Resumen

Casi en todos los lugares en que podamos encontrarnos estamos rodeados de vitamina A, de alguna u otra forma. La vitamina A en sí (retinol), y su  forma ácida estrechamente relacionada (ácido retinoico), que efectúa la mayoría  de las funciones de la vitamina A en el organismo, se almacena en el interior de los animales y seres humanos. Sin embargo, existen cientos de compuestos que pertenecen al grupo de los llamados carotenoides, que están íntimamente relacionados con la vitamina A. Éstos fácilmente llaman nuestra atención como pigmentos amarillos, rojos y cafés, que son responsables de los colores vivos de muchas frutas, vegetales y hojas de árboles. Mientras más verde sea el color de  estas hojas, mayor será su contenido de clorofila y también mayor la cantidad de carotenoides. La vitamina A de los carotenoides contenidos en los vegetales y frutas constituye la principal fuente para la mayoría de las personas de los países en  desarrollo.

La vitamina A (retinol) en el organismo proviene de dos fuentes: de la vitamina A preformada contenida en alimentos de origen animal y del beta-caroteno y otros carotenoides provitaminas,  contenidos en fuentes de origen vegetal. Ambos son liberados de la proteína en el estómago y, al igual que todos los demás lípidos, son absorbidos por la pared del intestino delgado y se transforman en parte de los quilomicrones que ingresan al torrente sanguíneo. Desde aquí son tomados por el hígado, donde son almacenados en forma de retinil éster, principalmente en células estrelladas. Para ser transportados a otras partes del organismo, el retinol se une a su propia proteína: la proteína ligante del retinol (RBP), y a otra llamada transtirretina (TTR)1.


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